miércoles, 9 de abril de 2014

RELACIÓN ENTRE LOS MAESTROS Y ALUMNOS

Crónica

Por Susana Villarreal

La entrada del maestro en espera de los alumnos, mientras tanto prepara el material que toca dar en ese día.

Después de esperar cinco minutos empieza la clase explicando los temas ayudado por material audiovisual y escrito. Durante la explicación del tema surgen algunas preguntas por parte de los alumnos las cuales son contestadas por parte del maestro y así aclara todo para que no queden dudas y así el alumno pueda tener todo en claro.

La convivencia entre maestro y alumnos. Dano (maestro izq.)
Dentro de la hora y media de clase surgen algunos comentarios que hacen más amena la clase y eso sirve para que se sienta una atmosfera de relajación y bajar un poco la tensión y así el alumno pueda captar mejor las explicaciones dadas por el maestro.

Muchas veces para que el alumno pueda captar las ideas fundamentales del tema, el maestro pone algunos ejemplos para dejar más en claro lo que quiere dar a entender.

La disposición del maestro es siempre con una actitud de amabilidad y gusto en contestar o en ayudar al alumno a retener la idea básica del curso.

Con trabajos en quipo el maestro trata de hacer que todos participen dando roles individuales a los alumnos para que se vea una gran integración en el grupo.

Inclusive ya fuera de clase el maestro está dispuesto a ayudar al alumno para una buena realización de las tareas.

También depende mucho que el alumno tenga la disposición y las ganas de sacar adelante la materia.

Pero debe de haber una retroalimentación por ambas partes para poder tener buenos resultados durante todo el tetra y llegar a buen término al finalizar el curso.

Muchas veces las clases con audiovisuales son más entendibles porque expone de una manera más explicitas las ideas que el maestro quiere transmitir y así se asegura que el alumno tendrá un mejor entendimiento.


En general la intención del maestro es que el alumno se llegue a superar y llegue a realizar los sueños de los alumnos y al ver el empeño y entusiasmo que le ponen a los trabajos y a salir bien en los exámenes es una satisfacción propia y un reto para seguir haciendo lo que ama que es hacer personas de bien.
Relación entre maestros y alumnos




NUEVAS FORMAS DE PREPARARSE

Reportaje


Por Andrea López

El Rector Act. Ángel Casan (segundo a la izq.)
 hablando de las aulas Cisco.
La competitividad en el mundo profesional cada vez es mayor, los estudiantes tienen que seguir preparándose al finalizar su carrera profesional ya que el mundo laboral lo exige. Muchas veces se toma la decisión por convicción propia y otras tantas porque su puesto en el trabajo lo exige, pero no cabe duda que con mejor preparación, mejores oportunidades.

La nueva U-ERRE sabe que un país con estudiantes mejor preparados es sobresaliente por lo que presenta programas de Maestrías y Posgrados muy completos.
Entrada a la Sala Cisco

La universidad cuenta con Posgrados presenciales o en línea, entre los cuales se encuentran Administración, Comunicación, Derecho, Educación, Psicología, Tecnología de la Información, entre otros.

El Act. Ángel Casan, Rector de la U-ERRE, hablo de la alianza estratégica con Cisco, una de las empresas más reconocidas en el uso de telecomunicaciones y quien fabrica, maneja y da consultoría en equipos de telecomunicaciones, en la cual se planea dar un paso más en el desarrollo educativo.

Con esta alianza estratégica la U-ERRE forma parte del programa “Cisco Networking Academy”, el cual es uno de los más importantes en cuanto a responsabilidad social en términos de educación en donde los estudiantes aprenden a diseñar, mantener y configurar redes.

Todo ello se lleva a cabo en un aula llamada “Aula Cisco” la cual permite enlazarse con cualquier universidad, maestro, empresa o institución en todo el mundo haciendo una videoconferencia en la que se intercambian contenidos y se interactúa como si se estuviera frente a frente.

Adríán Marcelo alumno de la Maestría de Administración
Adrián Marcelo Primero, quien cursa el segundo tetramestre de la Maestría de Administración, afirma que los nuevos programas están muy completos, cuentan con una nueva forma de enseñar y por supuesto los alumnos tienen una nueva forma de aprender. “La universidad está abriendo puertas junto con nosotros, con estos programas más dinámicos aprender es mejor”, dijo Adrián.

Adrián considera que los cambios en la nueva U-ERRE son para impulsar la educación en México y ser un parte aguas para un mejor desarrollo educativo con ayuda de la tecnología.

Una alumna de primer tetramestre de la maestría de Educación, Mariana Galván, está muy entusiasmada con el nuevo programa, afirma que de no haberle gustado el plan de estudios y la nueva forma de enseñar, tal vez no hubiera elegido la U-ERRE para cursar sus estudios.

“Me encanto el plan de estudios, los nuevos salones hacen que no te de flojera venir a estudiar, y el ambiente entre alumnos y maestros es muy agradable. Y ni hablar de la tecnología, todo es muy nuevo y moderno ahora”, afirmó Galván.

Para el Rector y la universidad, hablar de educación es pensar en modelos diferentes, formatos diferentes y espacios diferentes que mantengan la conexión con muchas partes del mundo y esto se intenta lograr gracias a la nueva alianza con Cisco creando nuevos programas Posgrado y Maestría.

Estos nuevos programas están cambiando junto con la nueva imagen de la U-ERRE para dar más oportunidades y mejor preparación a los alumnos y estudiantes potenciales de maestrías y posgrados. Sin duda una mejor forma de aprender.


Entrada aula Cisco

¿LA CULPA ES DEL MAESTRO?

Artículo basado en la nota relación entre maestros y alumnos

Por Andrea De la Garza Ceja

Al leer la crónica, Relación entre los maestros y alumnos, me hizo reflexionar en ¿quiénes son nuestros maestros?


Maestro Dano (Izq.) dando clases alumnos de Comunicación
Como estudiante, muchas veces nos quejamos de la forma en que los maestros dan clase, califican, redactan exámenes etc. Pero honestamente, ¿Es siempre culpa del maestro? 

Como alumnos tenemos el derecho de exigir a toda costa una buena educación pero con esto también debemos de tener un amplio sentido de responsabilidad y ganas de aprender.

En todas partes están los maestros “barco” y los estrictos, pero independientemente de qué clase de maestro tengamos, el qué tanto aprendizaje obtengamos depende siempre de nosotros mismos.

No niego que no influya el carácter del maestro en las ganas de ir a un salón de clases, o de interesarnos un poco más en un tema en específico, pues la energía se transmite, pero como alumnos debemos de ser inteligentes y sacar el mayor provecho posible; no me refiero a “barbearle” al maestro, pero sí en cambiar la actitud de cómo tomamos las cosas.

Personalmente me preocupa el hecho de quién es la persona que me trasmitirá su conocimiento, dejando fuera el qué calificación tendré, es qué tanto voy a aprender.

Maestro Dano (izq.) en un día de clases con sus alumnos
En la nota de Susana, ella describe un ambiente en las aulas de cordialidad y libertad, ¿será así?

Ojalá todos tuviéramos siempre buenas experiencias con todos nuestros maestros, pero desgraciadamente, no siempre es así, y es algo completamente natural; la química entre las personas existe y es muy difícil tener muy buenas relaciones con todos, todo el tiempo. Lo que no es imposible es un cambio de actitud.

Creo que las bases para una buena relación, y por tanto un buen aprendizaje, son simples:
  • Primero debemos de aprender a respetar; siempre, aún y cuando te sientas ofendido o sus creencias no sean las mismas que las tuyas, siempre respetar.
  • Ser humildes; no siempre lo sabemos todo, y es de humanos el equivocarse, a veces sabrás que tienes la razón, aún y en esos momentos es importante seguir siendo humildes.
  • Luchar por nuestras creencias es importante y enriquecedor en un aula de aprendizaje, pues obtenemos diferentes puntos de vista que complementarán nuestros conocimientos, pero debemos de aprender también que habrá momentos en que debamos quedarnos callados; para algunos podrá ser muy difícil pero a veces es lo más inteligente.

Finalmente es muy muy importante ser honestos con nosotros mismos y antes de criticar, pelear o exigir debemos de ser justos y preguntarnos ¿La culpa es del maestro o mía? y ¿Existe algo que pueda hacer para cambiar o arreglar la situación? Si aun así nada de esto funciona, recuerda que ya casi se acaba el tetra…


“TODO SE VALE”… HASTA UNA REPOSICIÓN

Crónica

Por Mauricio Aquino

En el mundo del teatro, los espectáculos duran un determinado tiempo, al cual se le llama temporada. Los amantes del teatro musical, abundan las butacas, y apenas se abren las taquillas para la compra de los boletos, estos son agotados casi inmediatamente. Cuando esto pasa, y el musical tiene muy buenas reseñas, la gente que no pudo atender a la obra se queda con las esperanzas de que se abran más fechas. Cuando los productores deciden hacer otra temporada se le llama una reposición de una obra.

En el Departamento de Arte y Cultura

Oficina de la Lic. Marichuy Ávila, encargada del Departamento de Arte y Cultura
Son las cuatro y media de la tarde en las oficinas de Arte y Cultura de la Universidad Regiomontana, la gente luce muy ocupada, y no es de más, ya que es la última semana de estudios en la Universidad, y los estudiantes de “Difusión Cultural”, como antes era llamado, están preparándose para la semana de cultura, donde mostrarán todo lo que se ha desarrollado durante el tetramestre. Además, hay alumnos, también, que están recogiendo sus cartas del servicio comunitario interno, ya que cumplieron sus horas, ayudando a difundir los diferentes eventos que habría en el periodo escolar.

Cuando por fin sale la Licenciada Marichuy Ávila, encargada del Departamento de Arte y Cultura, se acerca conmigo para hacerme saber que está lista para recibirme. Para no quitarle más de su tiempo, voy directo al grano, y le menciono que muchos alumnos quieren saber el estatus del musical “Todo Se Vale”; si iba a poder ser posible que se repusiera, o ya era algo lejano.

Ella menciona que la recepción del musical fue muy buena, ya que en todas las funciones hubo mucha gente, y no ha sabido de alguien que no le haya gustado. Además, ella dice que los mismos alumnos, que pertenecieron al elenco, son muy proactivos, ya que quizás la razón más grande de que no se repusiera el musical, fuera que los mismos alumnos, no quisieran participar de nuevo.

Para esto, se creó una petición que se está firmando, actualmente, por los alumnos, tanto de la orquesta, como los que salen a escena, para que el Rector, la Licenciada y otros altos mandatarios en la Universidad, se dieran cuenta de que se quiere hacer una segunda temporada del musical.

Al momento de oír esto, le pregunté acerca de la petición y si podía verla, a lo que me contestó, que ella no la tenía, pues son los alumnos quienes se encargaron de todo.

La búsqueda

Decidido a encontrar esa petición, le pregunté a Francisco Torre (El Capitán en “Todo Se Vale”), quien se encontraba en el taller de teatro, acerca de la “famosa” petición. Me contó que dicha petición la tenía Mariana Dávila (Hope Harcourt), quien es una de las líderes que se encargó de hacer todo el movimiento dentro del elenco, para animarlos a hacer una reposición de la obra.

Un sueño que se podría repetir

Al día siguiente, me contacté con Mariana, para que me contara acerca de la petición. “Entre Ana Karen (Reno Sweeney) y yo, decidimos hacer una carta de petición al Rector y a Marichuy, pues creemos que la temporada de “Todo Se Vale” fue muy corta, y no todos tuvieron la oportunidad de disfrutarla.”


Por fin me enseñó la petición, la cual tenía una carta y alrededor, firmas de la compañía del musical, con la esperanza de que se repusiera la obra, pues además en difusión cultural, aún se encuentra el barco que se utilizó como escenografía, arrumbado como si nunca hubiera formado parte de un sueño para muchos y una despedida del escenario para otros. 



Aquí encontrarán las entrevistas a los alumnos que pidieron reposición:
 https://www.youtube.com/watch?v=lagXqdzx0uw


Instalaciones de Difusión Cultural








miércoles, 2 de abril de 2014

¿La Universidad se está transformando o estamos transformando a la Universidad?

Artículo basado en la nota Los nuevos espacios U-ERRE


Por Andrea De la Garza Ceja 


La Nueva U-ERRE
ha invertido tiempo y dinero en crear nuevos espacios para sus alumnos; espacios más cómodos, amigables y creativos. Ante tanta competencia, creo que ya era necesario, pero los cambios que están surgiendo en la Universidad Regiomontana no son sólo estructurales.
Fotografía de Alejandra Novak
Al principio del cambio, cuando el rector anunció que estaríamos pasando por un proceso de transformación, nació cierto rechazo de sus alumnos, y hasta de su personal docente; tanto en redes sociales, como en salones de clase, se debatió y criticó la ruidosa transformación por la cual estábamos pasando. Los alumnos se sentían avergonzados de ser parte de la Universidad, y realmente nadie comprendía lo que estaba pasando por la mente del rector.

En este tetramestre, primavera 2014, parece haber cambiado la mentalidad de los alumnos. Los comentarios se volvieron menos negativos y poco a poco se convirtieron en positivos. Puedo observar cierta identificación por parte de los alumnos hacia la U-ERRE, ya que no sólo portan sudaderas con el logo de la Universidad, sino que, gastan su dinero en comprarlas, cuando antes los únicos alumnos que usaban prendas UR eran aquellos de difusión cultural, o de algún equipo deportivo.

En la crónica de Mauricio, describe cómo se utilizan los espacios en el área de Humanidades. Me parece fascinante el que unos espacios hayan creado un gran cambio en la mentalidad de los estudiantes. ¿Será que nos sentimos consentidos y tomados en cuenta? Teníamos una necesidad, y ahora está siendo cubierta.

En el recorrido por la Universidad, que Aquino relata, se siente un cambio en su forma de describirla, lo que antes era “la Universidad” ahora se transformó en “Mi Universidad”

La UERRE ha cambiado, y con ella sus estudiantes.

Fotografía de Alejandra Novak
Creo que necesitábamos un cambio, y no hablo simplemente de un cambio de estructura arquitectónica, sino un cambio de mentalidad; necesitábamos identificarnos con nuestra universidad y estar orgullosos de ella.

Aunque a primera vista, el cambio no es tan visual, si pones atención y miras detenidamente, verás la inmensa transformación que se vive en el campus.

Puedo concluir que este pequeño ejemplo, es sólo una muestra de lo que podría suceder en el país y en cualquier ambiente en que vivamos: No son los nuevos espacios lo que hace que la Universidad se esté transformando a algo mucho mejor; son sus alumnos y docentes los que hacen que esto sea posible. Con un cambio de actitud, existió un cambio de ambiente. Ahora puedo comprender cómo funcionan las cosas; es realmente simple. La Universidad está cambiando, y no sólo en espacios. 

UNA TARDE EN LA UNIVERSIDAD

Crónica


Por Mauricio Aquino

Fotografía de Alejandra Novak
Cuando la Universidad termina sus clases de la mañana, es decir, a la 1 de la tarde, lo que uno normalmente piensa es: “Iré a mi casa, me relajaré y no pensaré en pasar un segundo más en la escuela”. El hecho es, que aún después de esta hora, la U-ERRE, como es ahora llamada, aún está llena después de la jornada normal de clases, y esto es, excluyendo a los alumnos que aún tienen clases en la tarde.

Es la una y media de la tarde en las afueras de la institución, más específico aún, la 1:26, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Hay mucha movilidad. Los alumnos, algunos, caminan con prisa, ya que sus padres los esperan en la calle de Matamoros, y esto hace que se detenga el tráfico. Hay una pareja de alumnos que está platicando  en las escaleras para subir hacia el edificio; unos los evitan, mientras que otros voltean a verlos, y otros cuantos los reconocen y paran a saludarlos. Hay un montón de alumnos en la acera, esperando a que el guardia pare el tráfico y les dé el paso para poder cruzar la calle. Por fin me decido a subir, evitando a la pareja y a los que vienen bajando en “bola”. El guardia encargado de la seguridad del edificio, me saluda, mientras que yo deslizo mi tarjeta por el sensor y giro el torniquete para poder pasar a la Facultad.

Dentro del edificio

Es la 1:37 de la tarde en la Universidad, y lo primero que se me ocurre hacer es voltear hacia los dos lados, para decidir qué lugar visitaré primero. Lo primero que noto, es que hay una pequeña fila de tres personas, que están esperando para usar el bebedero, pero mientras que uno utiliza el bebedero normal, utilizando un vaso de papel, una alumna usa el otro dispositivo, el cual tiene un sensor para llenar su bote de agua automáticamente; haciéndome pensar si este es otra de las actualizaciones de la Nueva U-ERRE.

Por fin procedí para mi lado izquierdo, encontrándome con las oficinas de la dirección de los diferentes departamentos de “Humanidades”, como comúnmente le llaman a la Facultad. Al entrar, me encuentro con Juani, la asistente de la dirección. Le pregunto que si hay mucha concurrencia a esta hora, a lo que ella me contesta: “Sí. De hecho, muchos alumnos prefieren venir a esta hora para resolver sus problemas, pues es cuando ya no tiene clases la mayoría.” Entro a las oficinas, y está todo muy tranquilo, no hay alumnos, a excepción de una joven que se encuentra con el Director del Departamento de Comunicación, el Licenciado Marcelino. A juzgar por lo relajado de la plática, no se veía que fuera algo serio. Decidí, entonces, regresar por donde vine, e irme hacia el otro lado.

Fotografía de Alejandra Novak
El siguiente lugar a donde me dirigí, fue a una de las salas nuevas; la que se encuentra en medio del espacio comunal en Humanidades, pero no sin antes notar a los tres alumnos que estaban jugando en la mesa de “futbolito” que se encuentra en esta sala; haciéndome preguntarme si este era el lugar más óptimo para poner un juego de esta índole, pues, en mi caso personal, batallo mucho para concentrarme en leer o hacer una tarea, y más aun habiendo ruido. Ignorando mis conflictos internos, entré a la “Sala de Aprendizaje”. Lo primero que noté fue a dos alumnos acostados en las camadas, uno utilizando su celular, mientras que el otro intentaba acomodarse para echarse una siesta, otra vez haciéndome preguntarme, cómo podría con tanto ruido.

 Había cuatro alumnos en una mesa platicando de nada referente a la escuela. En otra mesa, se encontraba un alumno en su laptop, no queriendo ser distraído, ya que tenía sus audífonos; una alumna haciendo una tarea, de lo que parecía ser la materia de “Taller Para la Empleabilidad” y otro alumno con su cara sobre sus manos, simplemente recostado. En los sillones, se encontraba una pareja platicando y riéndose, recostados con los pies sobre un mueble. Le pregunté a la pareja que con qué frecuencia se la pasaban ahí y que si siempre estaba así, a lo que me contestaron que se la pasaban ahí seguido entre clases, pero que en temporada de exámenes, el ambiente cambia mucho, pues todo está más callado y la gente se nota mucho más estresada. Sin más que observar en la sala, me dirigí hacia el espacio comunal, donde lo primero que noté, son las bancas, las cuales ya se notan viejas y olvidadas en la remodelación de la nueva U-ERRE.

Fotografía de Alejandra Novak
Al voltear a mi izquierda, pasando por atrás de la sala, de la cual acababa de salir, lo primero que noté, era una pareja, que me hizo sentir algo incómodo, ya que la chica estaba en las piernas de él mientras se “comían” mutuamente. Aparentemente, no les molestaba tener su intimidad en plena vista de todos los que pasaban por ahí.

 Decidí hacerme de la vista gorda y seguí caminando. Lo siguiente que llamó mi atención fue el microondas que estaba hasta el fondo, pegado a una máquina dispensadora de alimentos. Había dos personas esperando a calentar su comida. 

Esto habla mucho de las personas que se quedan después del horario de clases, ya que se ven en la necesidad de traerse comida de sus casas, para poder aguantar la tarde ahí. Casi todas las bancas estaban vacías. Una, sólo tenía a un alumno que se veía mayor, probablemente, de unos veintiséis años, con aspecto algo desarreglado y cabello largo, sentado en su computadora, con unos audífonos que bloqueaban el sonido exterior. En otra de las mesas, se encontraba una pareja, de amigas, sentadas a punto de comer, y en la tercera banca estaba esperando un joven a que su amiga, o novia, terminara de calentar su comida. Ya que estaba cerca, di unos cuantos pasos más y me encontré bajando la rampa para llegar a Difusión Cultural.

La parte artística de la Universidad

Eran las 2:46 en mi reloj, y se notaba que en DifusiónCultural estaban muy acelerados, a comparación de los demás lugares que había visitado. Al bajar la rampa, tuve que esquivar a dos alumnas que pasaron corriendo, pero no es que fueran a algún lugar, si no que pertenecían a la clase de Tae Bo. Estas alumnas estaban siendo acarreadas por el instructor de la clase, el profesor Gabriel Escamilla, quien constantemente les gritaba con palabras de aliento, tales como: “Venga, vamos” o “No caminen, no se hagan”.

 Al bajar la rampa, voltee hacia mi izquierda, sólo para encontrar el salón 5, que estaba siendo utilizado por un grupo de personas, que aparentemente, estaban montando alguna especie de escena. Abrí la puerta, y encontré a la maestra Delia Garda, recargada contra la pared, observando los movimientos de los alumnos. Como la maestra me conoce, porque pertenecí a uno de los talleres de teatro, dejó que me quedara a observar la obra que estaban montando. Esta obra se llama “El Viaje”. Mientras observaba a los alumnos trazar los movimientos, la maestra, ya un poco desesperada, puesto que se presentaban en dos días, lo hacía repetirlas una y otra vez.

En las bancas, se encontraban dos alumnas: Carolina Valdés y Jessica Saucedo, quienes, de lejos, parecía que estaban platicando, sin embargo, cuando me acerqué, me di cuenta que estaban ensayando líneas para algo. Cuando les pregunté acerca de eso, me dijeron que los alumnos, sin ayuda de maestros, están preparando un espectáculo para honrar a Cri-Cri. Dicho espectáculo, no sólo incluye a los alumnos de teatro, si no que los alumnos de canto, así como bailarines y la orquesta de la Universidad, fueron invitados a participar. Les pedí una disculpa por haberlos interrumpido, y me dirigí hacia la cafetería “Lagartos” para ver cómo estaba el ambiente por allá.

Cafeterías separadas

Cuando llegué a la cafetería, no pude evitar notar que casi no había personas comiendo ahí. A simple vista, pude hacer un conteo de un total de siete personas dentro de la cafetería, más una maestra que apenas estaba a punto de ordenar. De las siete personas que estaban ahí, solamente cuatro estaban comiendo, y tres de ellos, comían la comida del día, que incluía sopa de fideos, tacos, y guarniciones, por lo que pude observar. La otra persona, solamente estaba comiendo frituras. Como vi que no había mucho que observar dentro de la cafetería principal, me dirigí hacia la otra parte de la cafetería, la cual se encontraba dividida por una puerta de transparente. Este lado de la cafetería estaba considerablemente más lleno, aunque el espacio es mucho más reducido.

 Lo que pude notar en este lado, es que no todos los que se encontraban ahí estaban comiendo, sino que unos, se encontraban en sus laptops, platicando, o simplemente perdidos en sus celulares. Lo que todos tenían en común es que ninguno estaba comiendo comida de la cafetería. Es por eso que estaban ahí, y por la que el otro lado se encontraba casi vacío. La cafetería “Lagarto” no te permite estar ahí, a menos que se compre algo de lo que venden ahí, cosa con la que muchos alumnos están en desacuerdo, como Ernesto Borjas, quien se encontraba en su laptop en la cafetería “rezagada”, como la llamaba él.

Sin más lugares a donde ir, a las 4:23 decidí concluir mi recorrido por la Universidad, y me dirigí a la salida, donde me despedí del mismo guardia que me recibió cuando llegué. Me di cuenta que era mucho menor el número de personas esperando en las afueras de la Universidad, pero muchas, aún seguían esperando a que comenzara sus clases de la tarde. 


Vídeo de Alejandra Novak

NUEVAS FORMAS DE ENSEÑAR Y APRENDER

Crónica


Por Susana Villarreal

Fotografía de Alejandra Novak

En el primer día de clases en el nuevo laboratorio puede ser muy dinámico ya que se nota la diferencia entre el tetra pasado y el de ahora. 

Los nuevos espacios están más allá de la modernidad, transformación y enfoque que  la publicidad le quiere dar a lo que ahora llaman La Nueva Universidad U-ERRE.

Se puede ver más allá de lo innovador, sino que lo que transmite es una visión diferente de ver las clases, la percepción del tiempo es mucho más rápida, la actitud de los alumnos más amigable.

Hay una notoria diferencia entre llegar a un salón donde se llega fastidiado del trabajo, el tráfico,  y todos los elementos que causan el estrés diario y entrar  a una cueva blanca donde hay una persona al frente hablando y lo único que se piensa es en llegar a casa.
Fotografía de Alejandra Novak

Ahora con estos nuevos salones llenos de vida que implementaron hacen que las clases sean más amenas y ágiles.

El entrar y ver un salón en forma rectangular,  dando una sensación de motivación  y amplitud, si volteas al lado izquierdo se verá un espacio de mini ruedo con colchonetas de colores.

 Después sigue  un área de 4 mesas altas, hay unos pizarrones móviles que son la separación entre un área y otra.

Fotografía de Alejandra Novak
Más adelante hay un área de mesas hexagonales las cuales se pueden juntar  y hacer una gran mesa dependiendo del alumnado que conforme la clase.

 Al fondo del salón se tienen 4 salones pequeños con paredes de cristal, y en las paredes  se puede hacer anotaciones tomando el papel de pizarrón.

 Del otro lado enfrente de las mesas se encuentran unos espacios completamente iguales,  como si fuera el mismo reflejo de un lado a otro.

Fotografía de Alejandra Novak
 Enfrente del área de las mesas altas hay una cueva de muros de madera con una mesa larga rectangular que da expectativa de sala de juntas, y para finalizar y de regreso casi a la salida hay un área amplia con mesas redondas y pequeñas.

Es un salón que  juega una psicología de motivación para el alumno y maestro donde se disfruta escuchar las clases, da una libertad de estudio,  imaginación y creatividad



Vídeo de Alejandra Novak